“Solo dos semanas más para las vacaciones”, decimos. “Dos semanas más y me puedo relajar”. Entonces volvemos a nuestras estresantes vidas de correr para acá, apurarnos para allá, y luchando para lograr terminar esto o aquello.
¿Por qué esperar? ¿Por qué no relajarnos hoy? Tomar un descanso cuando es necesario es parte de vivir plenamente un momento. Si estás cansado, toma una siesta. Planea una tarde fuera del trabajo. Ve solo al parque un sábado por la mañana. Toma un baño de burbujas; pide comida para llevar; lleva los niños al zoológico.
Seguidamente sentimos que corremos y corremos, intentando seguirle el paso al resto del mundo. Es una ilusión. La gran parte del tiempo estamos corriendo en círculos. Detente. La única persona que te mantiene en la caminadora eres tú. Sí, todos tenemos responsabilidades. Pero tomar un tiempo para cuidar de nosotros mismos es una de nuestras responsabilidades también.
Señor, dame la paz y la gracia para escuchar mis propias necesidades.
(Melody Beattie de su Libro Mas del Lenguaje del Adiós).