Etiqueta: Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado

Meditación 31 de Julio: Felicidad/Depresión

Siendo niña… pensaba que el éxito reflejaba la felicidad. Estaba equivocada; la felicidad es como una mariposa que aparece y nos deleita durante un breve instante, pero muy rápidamente se desvanece. (ANNA PAVLOVA).

No hay diferencia entre felicidad y depresión. Ambas tienen el mismo proceso. Sólo el contenido es diferente. Ambas van y vienen. La mayor diferencia entre las dos es lo que hacemos con ellas.
Siempre estamos buscando la felicidad. Cuando la vemos venir decimos: «Oh, ven aquí, te he visto. Permanece conmigo para siempre.» La felicidad se ríe y dice: «Oh, ella me ha visto, ahora me puedo ir.» Y se va.
En cuanto a la depresión, la vemos venir y decimos: «Vete, no te quiero conmigo.» Y la depresión saluda y dice: «Aquí estoy de nuevo. Voy a crecer cada vez más, hasta que ella me oiga y aprenda lo que tengo que enseñarle.» Así pues, nos da un golpecito en el hombro y dice: «Por aquí, por aquí», hasta que capta nuestra atención. Entonces se va.
Tanto la felicidad como la depresión tienen algo que enseñarnos. Ambas vienen y se van. Ambas volverán. Es nuestra respuesta y la apertura a aprender de ambas lo que marca la diferencia.

Mi felicidad es un regalo. Mi depresión es un regalo. Ambas son como mariposas en mi vida.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

Meditación 30 de Julio: Contradicciones

¿Cómo puede ser que siempre veas las trampas que atrapan a las demás y después caigas en ellas? (NORMA JEAN HARRIS) (Sheila Ballantyne).

Gran parte de nuestras vidas está formada por contradicciones flagrantes. Juramos que nunca seremos como nuestras madres, y después nos encontramos desafinando la misma nota. Sabemos que no queremos manipular a nadie, y después nos pillamos haciéndolo.
Parecemos ver tan claro «afuera», mientras que «dentro» es un lío. Calma, todo forma parte del proceso de adicción. Se llama rechazo. Trascender el rechazo en lo que sucede realmente en nuestras vidas es el primer paso de la recuperación.

Tal vez lo que percibimos «fuera» es lo que necesitamos ver «dentro». Lo comprobaré.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

Meditación 29 de Julio: Integridad

Dime, Madre, ¿qué es lo que te ha quitado el alma de una manera tan cruel? (CHUNGMI KIM).

Uno de los efectos de la enfermedad adictiva es que destroza tu integridad. Nos vemos haciendo cosas en el trabajo que están en contradicción con nuestro sistema de valores, y no decimos nada. Somos regañadas por algo de lo que no éramos responsables, y no decimos nada. Actuamos de maneras que no están en armonía con nuestra moral personal.
La adicción a hacer demasiado es exactamente como cualquier otra adicción, en el sentido de que nos coloca en una posición en la que estamos dispuestas a hacer cualquier cosa para conseguir nuestro «subidón de adrenalina», para obtener nuestra «dosis». Nos vemos participando en decisiones que son erróneas para nosotras, nos descuidamos y descuidamos a nuestras familias. Hemos perdido nuestra integridad.

Cuando pierdo mi integridad, lo mismo que la madre de Chungmi Kim, he perdido mi alma (o por lo menos la he colocado en un lugar que no le corresponde).

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

Meditación 28 de Julio: Realidad/Rechazo

¡Llenamos nuestras mentes de palabras! Estas nos hipnotizan enmascarando la verdad, incluso cuando la verdad se presenta crudamente ante nuestros ojos. Para descubrir la realidad que subyace, he aprendido a escuchar únicamente a la acción. (JUDITH M. KNOWLTON).

Abandonar nuestra capacidad de discernir la realidad es una de las características de la adicción. Como dice la bien conocida psicoterapeuta Marión Woodman, «en la adicción creas una fantasía e intentas vivir en ella». A menudo las mujeres que hacemos demasiado somos muy crédulas a un nivel muy profundo. Queremos creer lo que los demás nos dicen y no queremos tener que estar a la defensiva todo el tiempo. Como consecuencia, muy frecuentemente nos sentimos tristes y resentidas porque descubrimos que estamos tratando con nuestras ilusiones y no con la realidad. No es que no percibamos la realidad. La percibimos. Simplemente, no queremos enfrentarnos a ella. Por el contrario, nos quejamos y quedamos heridas. Siempre que quitamos nuestros filtros podemos ver la realidad. Y a largo plazo, la realidad es siempre más fácil de enfrentar que la fantasía.

Las acciones dicen más que las palabras, y cuando creo en lo que los demás hacen y no escucho mucho lo que dicen, me siento más sana.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

Meditación 27 de Julio: Perfeccionismo/Soledad

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«Resulta que pertenece a un tipo [de mujer americana] que yo solía encontrar… de las que van a conferencias. Y, después de todo…, sorprendentemente, su energía…» Y continuó diciendo: «Son perfectamente capaces de tener tres o cuatro hijos, llevar la casa, estar al tanto del arte, de la literatura, de la música —superficialmente, por supuesto, pero, ¡por Dios, ya es algo!— y, además de todo ello, mantener un empleo. Algunas han pasado también por dos o tres maridos, sólo para evitar el estancamiento.» (DODIE SMITH).

Pone los nervios de punta verse representadas por escrito. Hemos aprendido a salir adelante. Hemos aprendido a ser «supermujeres». Así pues, ¿qué hay de extraño si no podemos profundizar en nada? ¿Cómo podríamos hacerlo? Simplemente, no tenemos tiempo. Nuestro mayor miedo es no saber suficiente o no ser suficientes. Nos sentimos inadecuadas cuando no podemos hablar inteligentemente sobre casi cualquier cosa y hacerlo todo. Nos gustaría tener más relaciones íntimas, pero no tenemos el tiempo, porque somos mujeres «perfectas».

Somos mujeres «perfectas», y ser perfectas es aburrirnos a nosotras mismas y a los demás.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

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Meditación 26 de Julio: Confianza

La naturaleza nos ha creado con la capacidad de conocer a Dios, de vivirlo. (ALICE WALKER).

A menudo pensamos que tenemos que esforzarnos para conocer a Dios y que tenemos que tener expertos que nos enseñen cómo conocer nuestro Poder Superior.
Qué maravillosa sorpresa es descubrir de repente que la capacidad de conocer a Dios y de conectar con nuestro Poder superior actúa dentro de nosotras, y darnos cuenta de que en lugar de tener que trabajar esta conexión, sólo tenemos que admitir que existe. Tal vez hayamos perdido nuestra conciencia de nuestra relación con nuestro Poder Superior, pero la conexión nunca ha cesado. Ocurría simplemente que nuestra conciencia había disminuido y se había oscurecido.

Tengo todo lo que necesito dentro de mí para conocer y experimentar mi Poder Superior. Todo lo que tengo que hacer es salir de mi rutina.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

Meditación 25 de Julio: Maravilla

Tomo el sol y escucho las horas, haciéndose y deshaciéndose bajo los pinos, y huelo la resina de las altas horas encubiertas de medianoche. El mundo está perdido en una neblina azul de distancias, y lo inmediato duerme en un delgado sol finito. (ZELDA FITZGERALD).

Leo esta cita y me siento perdida en la maravilla, la maravilla de la belleza de las palabras y de las frases. Lo leo y recuerdo la maravilla de tomar el sol espontáneamente encima de unos troncos bañados de luz, mientras que el sol sobre mi piel acrecentaba el olor mezclado del perfume del bosque y del acre del pino impregnando mi piel. Puedo recordar al principio las horas deshaciéndose a mi alrededor, y después desapareciendo en un murmullo, mientras que mi cuerpo se relajaba en la tierra y en mí misma. El mundo parecía muy lejano, y no había necesidad de acercarlo más.

La maravilla es un don de la vida. Vivir es el don de la maravilla.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

Meditación 24 de Julio: Aceptación/Humildad

Pero si vas tú y le preguntas al mismo mar, ¿qué te dice? Murmura, murmura, se agita, se agita. Siendo el mar, está demasiado ocupado para decir algo de sí mismo. (ÚRSULA K. LE GUIN).

Nadie que se haya sentado alguna vez a la orilla del mar y que haya experimentado su poder eterno y su gentileza puede tener alguna duda de que el mar sabe justamente que él es eso, el mar. La naturaleza tiene una enorme capacidad de ser exactamente lo que es, sin ninguna pretensión… y ni siquiera tiene que detenerse a pensar sobre ello.
Cuando tenemos que hacer un alto y pensar en quiénes somos, no estamos siendo lo que somos. Cuando intentamos ser alguien que creemos que deberíamos ser, no estamos siendo lo que somos. Cuando intentamos ser alguien que se nos ha dicho que deberíamos ser, no estamos siendo nosotras mismas. Para ser yo misma, tengo que ser.

La naturaleza enseña grandes lecciones de humildad. Para aprender de ella, tengo que estar en ella.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

Meditación 23 de Julio: Aceptación/Autoconfianza

Un descubrimiento chocante, dado que esas ciento cuarenta y tres mujeres tenían un coeficiente intelectual normal, fue su falta de confianza en sus capacidades y la creencia de que su parte intelectual era efímera o no estaba desarrollada. (CAROL TOMLINSON-KEASEY).

La gente ha dicho que el movimiento de las mujeres es la única revolución en la que la avanzadilla del enemigo está en nuestras propias mentes (lo cual no quiere decir que tengamos que pensar en términos de enemigos). Nos gusta pensar que las mujeres hemos superado nuestra programación negativa y que realmente nos sentimos bien con nosotras mismas. Entonces leemos un estudio como el realizado por Carol Tomlinson-Keasey y sentimos una profunda tristeza por un grupo de mujeres inteligentes que no creen en ellas mismas ni en sus capacidades.
Somos conscientes de que esas mujeres que desconfían de sí mismas y de su intelecto, en el fondo, no son muy diferentes a nosotras mismas.
Tal vez mostremos un buen frente, pero sabemos que todavía quedan escondidos esos pequeños miedos nimios de que quizá nos seamos lo suficientemente buenas.

Me pongo triste cuando las mujeres no se valoran a sí mismas. Me pongo triste cuando no me valoro a mí misma. Me permitiré sentir mi tristeza.</strong>

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).

Meditación 22 de Julio: Éxito

La vida es una sucesión de momentos. Vivir cada uno de ellos es triunfar. (CORITA KENT).

Tal vez el problema no sea el concepto de éxito, es la manera en que lo definimos. Si definimos el éxito como tener una gran cantidad de dinero, alcanzar lo alto de la escala en una organización, dos BMW en el garaje y una casa de diseño, el éxito puede ser peligroso para nuestra salud.
Si definimos el éxito como vivir cada momento sucesivo con toda su plenitud, podemos tener dinero, prestigio y posesiones, y este éxito puede que no sea desastroso para nuestra salud. La diferencia es la actitud y las creencias que están detrás de dicha actitud.
De hecho, suele ser más fácil juntar los ingredientes del éxito que vivir una vida plena de éxitos. Vivir una vida así exige presencia, nuestra presencia en cada momento.

El éxito confunde. ¿Es lo que tengo o lo que me tiene? Probablemente, ninguna de las dos cosas.

(Anne Wilson Schaef de su Libro Meditaciones para mujeres que hacen demasiado).