No estamos solos en nuestro viaje de recuperación…

El Quinto Paso de CoDA, implica admitir ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestras faltas. Este paso es una continuación del viaje introspectivo iniciado en el Cuarto Paso y representa un acto de humildad y honestidad, crucial para el proceso de sanación.

Desde la óptica de un creyente en el poder sanador de Dios, el Quinto Paso se percibe como un momento de liberación y redención. Admitir nuestras faltas y equivocaciones no solo ante nosotros mismos, sino también ante Dios y otro ser humano, implica un acto de vulnerabilidad y sinceridad que nos acerca más a la verdad y a la luz divina.

La creencia en el poder sanador de Dios aporta una dimensión adicional de esperanza y confianza en este paso. Al admitir nuestras faltas ante Dios, somos conscientes de que estamos en presencia de un ser misericordioso y compasivo, dispuesto a perdonar y a sanar nuestras heridas. La fe nos asegura que, a pesar de nuestros errores y defectos, somos dignos de amor y redención.

Este acto de confesión y reconocimiento también nos lleva a un encuentro más profundo con la gracia de Dios. Al ser honestos sobre nuestras imperfecciones, nos abrimos a la acción transformadora de Dios en nuestras vidas, permitiendo que Su amor y luz penetren en nuestras áreas de oscuridad y nos guíen hacia la sanación y la paz.

El Quinto Paso también implica admitir nuestras faltas ante otro ser humano. Este componente del paso refuerza la idea de comunidad y apoyo mutuo, recordándonos que no estamos solos en nuestro viaje de recuperación. Al compartir nuestras verdades con otro, experimentamos la compasión y empatía que reflejan el amor de Dios, y encontramos fuerza y apoyo en la conexión con los demás.

Este paso es un camino hacia la liberación y la gracia, un encuentro con la misericordia y el amor de Dios que nos lleva a la sanación y la autenticidad. La fe en el poder sanador de Dios se convierte en la base sobre la cual construimos nuestra recuperación y buscamos vivir de una manera más auténtica y conectada con nuestra esencia divina.

Un versículo que puede servir como sustento de este análisis es Santiago 5:16…“Por eso, confiésense unos a otros sus pecados y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.” Este versículo ilustra la importancia de confesarse unos a otros y de la intercesión mediante la oración, lo que se relaciona con admitir nuestras faltas no solo ante Dios, sino también ante otro ser humano, tal como se sugiere en el Quinto Paso de CoDA. La mención de la sanación que proviene de esta confesión y oración también refuerza la idea del poder sanador de Dios presente en el análisis. (Alpha).

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